Vender una casa no es solo “ponerla en venta”.
Es tomar una decisión que toca recuerdos, números, miedos y expectativas.
Y aunque muchos te van a hablar de los metros cuadrados, del precio o de cuántas visitas tuviste, hay cosas que nadie suele decirte… pero que pueden marcar toda la diferencia.
Hoy te comparto esas verdades que aprendí después de acompañar a muchas personas que decidieron vender.
Lo que nadie te cuenta… pero todos deberían saber.
1. Emocionalmente, vender no es tan fácil como parece
Tu casa fue tu refugio, tu historia, tu esfuerzo.
Y aunque racionalmente sepas que “es solo una propiedad”, dejarla ir puede removerte muchas cosas.
He visto lágrimas en una escritura y abrazos al despedirse del jardín.
Por eso, no minimices lo que sentís. Validarlo te va a ayudar a tomar decisiones más claras y menos impulsivas.
2. Tu casa no se vende como está: se prepara
La forma en que presentamos la propiedad cambia completamente cómo la percibe un comprador.
Luz natural, orden, una foto profesional, un aroma neutro, una historia bien contada… todo suma.
Hoy la decisión de visitar una propiedad se toma en 7 segundos desde un celular. Esa primera impresión es clave.
3. Vas a tener que mostrarla muchas veces (y no todos serán compradores reales)
Hay visitas con preguntas raras, otras que no vuelven a llamar, otras que quieren negociar desde el primer minuto.
Y sí, puede ser desgastante.
Por eso, filtrar, coordinar, anticipar objeciones y saber negociar es tan importante como abrir la puerta.
4. Si no fijás un precio realista desde el inicio, vas a perder tiempo… y valor
Uno de los errores más comunes es “salir alto para tener margen”.
Pero lo que ocurre es lo contrario: la propiedad se enfría, se desvaloriza y termina bajando más de lo que imaginabas.
Con una buena tasación (basada en datos reales, no en lo que pide el vecino), podés evitar ese desgaste.
5. Aunque vendas bien, hay costos que vas a tener que asumir
Muchos propietarios no consideran que van a tener que pagar:
- IRPF (12% sobre la ganancia, si aplica)
- ITP por la nueva compra
- Honorarios de escribano (en caso de reinversión)
- Mudanza y readecuación
Saber esto desde el inicio te permite planificar mejor y no llevarte sorpresas.
6. Vender bien no es cuestión de suerte: es estrategia, empatía y experiencia
Una propiedad no se vende sola.
No es solo estar en todos los portales o mostrarla a más personas.
Es saber cómo mostrarla, a quién, con qué mensaje y en qué momento.
En Brick Real Estate trabajamos con estrategia y acompañamiento real. Porque cada propiedad es única, y cada historia también.
En resumen
Vender tu casa no es solo una operación.
Es cerrar una etapa y abrir otra.
Y para hacerlo bien, necesitás más que un cartel de “se vende”.
Si estás por tomar esa decisión y querés hacerlo con claridad, te vamos a acompañar con empatía, planificación y resultados reales.
Artículo Publicado Por:
María José Lois
Agente Inmobiliario